Presentación Poemario "Recuerdo. Nuestra Luz Herida"
El pasado 6 de septiembre, el Templo Histórico del Club Central de Valparaíso fue el escenario para la presentación del poemario Recuerdo. Nuestra luz herida, del abogado, servidor público y poeta Gonzalo Villar Bordones, miembro de las Respetables Logias “Templanza” N° 254 y Lessing” N° 95, de la Jurisdicción Viña del Mar.
El poemario, fruto de más de treinta años de trabajo, rinde homenaje a francmasones y clanistas que fueron víctimas de la violencia política, especialmente durante la dictadura cívico-militar en Chile. En sus páginas se recuerda a 15 masones y 12 miembros de la Fraternidad Juvenil Alfa Pi Épsilon, así como a figuras históricas como José Miguel Carrera, Camilo Henríquez y Ricardo Cumming.
El Venerable Maestro de la Respetable Logia “Humberto Molina Luco” N° 161 y Presidente del Consejo de Venerables Maestros de la Jurisdicción Valparaíso, Roberto Aldana Salinas, quien dio la bienvenida, destacó que el poemario es una forma de “reparación, aunque tardía, de la deuda histórica de la masonería con la vulneración sistemática de los derechos humanos en Chile”. Subrayó que recordar no es nostalgia, sino un deber ético. Cada poema es una llama que se niega a extinguirse. Como expresó el autor: “Donde ustedes murieron, allí también morí yo. Donde ustedes fueron golpeados, allí también fui golpeado yo. Y no puedo olvidarme de ustedes, porque a mi propia conciencia se la estaría negando”.
El Venerable Hermano Rodrigo Mendoza Arancibia, Gran Delegado del Gran Maestro para la Jurisdicción Valparaíso, en representación del Gran Maestro Muy Respetable Hermano Sebastián Jans Pérez, afirmó que la obra se inscribe en la línea de compromiso de la Gran Logia de Chile con los derechos humanos:
De esta manera, la presentación de Recuerdo. Nuestra luz herida no fue solo un acto de memoria, sino también una reafirmación de principios. En palabras del Gran Maestro Sebastián Jans Pérez, la masonería chilena se reconoce en los derechos humanos porque estos representan “la expresión civilizatoria más concreta de aquello que proclamamos en nuestros templos: la dignidad de cada ser humano, la inviolabilidad de su libertad y la urgencia de una fraternidad activa”.
La Carta de los Derechos Humanos de la Gran Logia de Chile establece que estos derechos son “inalienables, indivisibles y universales”, y que su defensa es una piedra angular de la Fraternidad Universal a la que aspira la Masonería.
La danza de la destacada exponente Susana González Mancilla, discípula de Joan Jara y la presentación musical de Oliver Coleres y Cía,creó un ambiente cargado de emoción y compromiso. Como expresó uno de los asistentes:
“Este no es solo un libro de poesía. Es una ofrenda de memoria y un faro para el porvenir.