En el marco de la convocatoria nacional “El Museo, una Metáfora”, impulsada por la Subdirección Nacional de Museos para invitar a los equipos a repensar afectivamente su espacio de trabajo, el equipo del Museo Masónico de la Gran Logia de Chile, parte del BAM (Biblioteca, Archivo y Museo), eligió como animal representativo al pavo real.

No fue una elección casual.

El pavo real, con su plumaje espléndido y su andar solemne, evoca la belleza y la dignidad. En la tradición simbólica, su mirada múltiple —como si pudiera ver en todas direcciones— representa la vigilancia del conocimiento, la conciencia que observa y resguarda. Así es el museo de la Gran Logia de Chile: un espacio donde cada objeto está cargado de símbolos y sentidos, donde la historia se exhibe con profundidad, sin perder nunca su aura.

El Museo Masónico no es solo una colección de piezas: es un organismo vivo, vibrante de historia y significado. Es un lugar que invita al recogimiento y al descubrimiento, donde el pasado no es estático, sino una fuente activa de preguntas y enseñanzas.

A través de esta metáfora, el equipo reafirma su vínculo afectivo con el museo, reconociendo en él un territorio de identidad, memoria y pertenencia, donde lo colectivo se teje en silencio, como las plumas del pavo real: una a una, diferentes, pero formando un todo que deslumbra.

Esta reflexión fue parte de una experiencia nacional que se transformó en un libro digital e impreso, publicado por la Subdirección Nacional de Museos, y que reúne las metáforas propuestas por equipos de todo el país. La edición en papel cuenta con ilustraciones originales de la artista Paulina Reyes Castro, quien dio forma visual a cada animal elegido, enriqueciendo con sensibilidad y color las voces de quienes habitan, piensan y sienten los museos día a día.