MASONERÍA AL DÍA / Progreso N°4 Un nuevo aniversario

Progreso N°4 Un nuevo aniversario
Manuel Romo- Director de Investigación Histórica de la GLCH
En reuniones efectuadas en Valparaíso, en marzo y abril de 1862, un grupo de hermanos de la R. L. Unión Fraternal acordó crear un nuevo Taller, para contar con dos Logias en la ciudad que se convertiría en la sede de la Gran Logia de Chile, potencia masónica fundada el 24 de mayo de ese año.
Al nuevo Taller se le dio el nombre de Progreso, representando con seguridad el avance que significaba para la Masonería nacional el darse una organización propia, independiente y soberana; pero, también, para resaltar la concepción masónica del progreso que debía experimentar el ser humano, en su evolución intelectual y espiritual, por medio del estudio y del trabajo sobre su personalidad.
Lideró la iniciativa Blas Cuevas Zamora, el hermano porteño que encarnó al masón por excelencia, al filántropo, al hombre caritativo que entregaba consuelo y ayuda a quien lo necesitase, quien, desde la fundación de la Gran Logia de Chile, estuvo junto a sus organizadores para prestar su generosa colaboración, tanto desde la Gran Oficialidad como desde su puesto de Venerable Maestro de Progreso N°4.
Durante 24 años, la Logia aportó su concurso al trabajo común, hasta que la falta de personal le hizo abatir columnas.
En octubre de 1912, Valparaíso le vio resurgir con los mismos bríos y anhelos con que había sido fundada medio siglo antes.
Su primer Venerable Maestro en esta segunda etapa fue el hermano Juan Héctor Mora, destacado comerciante porteño, iniciado en Valparaíso en 1877, quien aportó fuerza, historia y vigor a la iniciativa.
La reciente publicación del libro que Alfonso García Vega escribió con ocasión de los 160 años de Progreso N°4, resume la historia del Taller y da a conocer a sus integrantes más representativos.
Esta obra nos permite apreciar que por las columnas de Progreso N°4 pasaron hermanos que ocuparon lugares relevantes en el gobierno superior de la Orden y que ella fue la Logia en que vio la luz masónica el presidente Salvador Allende Gossens.
Progreso N°4 posee una tradición venerable que estimula a sus integrantes a continuar trabajando para el bien de la Humanidad y cuya obra benéfica es reconocida por la historia de Valparaíso.