Asociación Nacional de Mujeres Laicas: Setenta años de compromiso y de historia
“…Hoy conmemoramos setenta años de historia, de compromiso, de lucha y de trabajo silencioso, pero profundamente transformador. Setenta años desde que un grupo de mujeres visionarias se atrevió a levantar la voz, a construir un espacio propio —un espacio de pensamiento, de libertad y de acción— en una sociedad que aún no comprendía plenamente la fuerza de la mujer libre, laica y fraterna”. Con estas palabras de apertura, la presidenta de las Mujeres Laicas, Minerva Neira Rivera dio la bienvenida al Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Sebastián Jans, a altas autoridades masónicas y a todas las hermanas que son parte de la Asociación Nacional de Mujeres Laicas.

Una ceremonia desarrollada en el auditorio citerior de la Gran Logia, que además de estar completo, se llenó del faro de luz propagado por las Hermanas. “Nuestra historia está tejida con hilos de coraje, de convicción y de fe en el ser humano. Porque creemos que la igualdad, la libertad y la fraternidad no son solo palabras hermosas, sino los pilares que sostienen una sociedad verdaderamente humana y justa”, dijo la presidenta.

Una celebración que debe considerarse apoteótica por sus contenidos y diversidad de ceremonias: inauguración de la exposición de la artista visual Sadilda Reyes Morales, “Raíces en Evolución”; un concierto con la pianista Claudia Roa, el violinista Gabriel Fernando Huerta y la violinista Cynthia Huerta, además de las celebraciones en regiones.


El reconocimiento a las Hermanas que cumplieron cincuenta y sesenta años en la Institución fue un momento importante. Luz Amigo Bustos, C.F.”Armonia y Cultura N° 29, Arica; Laura León Moreno, C.F. Fraternidad N° 63 Linares; Mónica Vásquez Valenzuela, C.F.”Ceres ” N° 78 Concepción; Graciela Montoya Jimenez, C.F. Protectora de Estudiantes N° 6 Concepción; Marta Zapata Watta, C.F.” María Espindola N°12 Chillán;Ruth Rivera Betancourt, C.F.”Araucanía N°121Temuco; Marianela Webar Bustos, C.F. Evolución N° 46 Osorno; Ruth Toledo Peña, C.F.”Diana ROB N° 103 Osorno; .Eva Saez Uribe, C.F. Evolución ” N° 46 -114 Osorno; Ana Catalán Aguila, C.F. Diana de Rob N° 103 Osorno; Edilia Pérez Saldivia, C.F.” Occidente” N°61 Puerto Montt ; Raquel Bustamante Prieto, C.F. María Espindola N° 12 ”Chillán; Rosa Cautivo Peréz, C.F.Perfección N° 113,Los Angeles; Inés Sarmiento Lucero, C.F.”Abnegación N° 48,Viña del Mar.

Cada una de ellas recibió una joya elaborada con “picoyo”, elemento extraido de la madera de la Araucaria y que representa la unidad y continuidad del ideal que las une como Centros Femeninos

Los inicios
En 1955, la cantidad de Centros Femeninos ya era suficiente como para que el Departamento de Acción Masónica de la Gran Logia de Chile pensara en propiciar la creación de una institución que los agrupara a nivel nacional.

Convocó, entonces, a una Convención en Santiago, para los días 8 y 9 de octubre de 1955. La circular remitida por el Departamento de Acción Masónica a los Venerables Maestros de las Logias de la Gran Logia de Chile, con fecha 30 de agosto de 1955, explicó: Este torneo tiene por objeto unificar la acción de los diversos Centros Femeninos existentes; estudiar, aprobar o modificar el proyecto de estatutos comunes que se acompañan y crear, en lo posible, un organismo coordinador central con dependencias regionales. El encuentro reunió a 119 delegadas, representantes de 34 Centros Femeninos, de las ciudades de Arica, Iquique, Antofagasta, Los Andes, San Felipe, Limache, Valparaíso, Santiago, Talca, Linares, Cauquenes, Chillán, Concepción, Talcahuano, Coronel, Los Ángeles, Angol,Victoria, Temuco, Valdivia, Puerto Montt y Ancud. Fue así como nacería la Asociación Nacional de Mujeres Laicas hace 70 años.

“Hoy, al mirar hacia atrás, honramos a todas las mujeres que nos precedieron: a quienes abrieron caminos, a las que defendieron la razón y la justicia en tiempos difíciles, a las que hicieron de la educación y del pensamiento libre su bandera..
Y al mirar hacia adelante, sentimos una gran responsabilidad: la de proyectar este legado hacia el futuro. Vivimos tiempos complejos. La intolerancia, la desinformación y los extremismos vuelven a poner a prueba el diálogo y la razón. Por eso, hoy más que nunca, nuestra labor como mujeres laicas cobra sentido y urgencia”, expresó la presidenta Minerva Neira.

Setenta años no es un punto final: Es una nueva aurora. Sigamos avanzando con esperanza, con optimismo y con la certeza de que el pensamiento libre es la fuerza más luminosa que puede guiar a la humanidad. Sigamos sembrando conciencia, cultivando respeto, promoviendo la educación y manteniendo vivo el espíritu fraternal que nos une.
